Ha sido muy controvertida la decisión del Senado de la República de aprobar la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo así como el proyecto de decreto por el que se declara el día 29 de septiembre de cada año, el Día Nacional del Maíz.
Diversas organizaciones han manifestado que se trata de una ley muy limitada que omite frenar el avance de las siembras de transgénicos, una de las amenazas mas importantes que tienen el maíz en México.
Otras voces afirman que se trata de un paso importante que permitirá avanzar hacia la producción agroecológica y el reconocimiento de la agricultura campesina.
La senadora Ana Lilia Rivera indicó que “esto representa el principio para el rescate de los maíces nativos, el reconocimiento de los pueblos indígenas que lo han domesticado durante milenios y la revalorización de los campesinos que lo producen a lo largo del país.”
Asimismo, la senadora refirió que en México existen 2.3 millones de productores de maíz de temporal que han permitido la conservación de las más de 300 variedades provenientes de 64 razas del cultivo.
Detalló que “la aprobación de estas iniciativas es una manifestación del reconocimiento del origen ancestral de la cultura de nuestros pueblos originarios y ahora el Estado tiene la obligación de adoptar medidas para conservar y fomentar la producción del maíz nativo.”
Por su parte, la senadora Jesusa Rodríguez resaltó que la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo “contribuye a impedir la apropiación de nuestros maíces por parte de grandes corporaciones promotoras de semillas híbridas y de transgénicos.”
La senadora del PAN, Xóchitl Gálvez Ruiz, dijo que “debe fortalecerse la agricultura tradicional, porque México es el país que le aporta al mundo esta semilla, y en un país como el nuestro con una amplia diversidad de comunidades y pueblos, todos coinciden en que estamos hechos de maíz.” Por lo que se requiere que este interés en fomentar las variedades de maíz criollas se debe fortalecer el presupuesto y la política pública para atender al sector campesino.
El presidente de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, José Narro Céspedes detalló que “esta ley no va en contra de que se aumente la productividad de las numerosas clases de maíz que se reproducen en el país. Tampoco va en contra de que no se busque mejorar nuestro esquema alimentario y su calidad nutricional. Todo es a favor de fortalecer la siembra y reproducción de las semillas de maíz. En suma, es para recuperar la riqueza genética que han producido nuestros pueblos y comunidades” en todo México.