México tiene una característica única en el mundo: como resultado de la lucha revolucionaria de 1910, poco más del 50% de su superficie es propiedad social; es decir, pertenece a ejidos y comunidades.
Esta propiedad colectiva de los territorios es muy importante, pues son los ejidos, las comunidades agrarias y los pueblos indígenas en colectivo quienes han protegido y conservado la diversidad biológica de los ecosistemas, sus territorios son los depositarios de importantes recursos hídricos, así como del 60% de los bosques y selvas del país.
Para que esos territorios comunitarios sean fuente de bienestar para la gente y de manejo sostenible para los bienes naturales que albergan, es fundamental fortalecer la gobernanza interna de esos ejidos y comunidades, no solo porque son los legítimos propietarios de esos territorios, sino también por los invaluables beneficios que brindan a toda la sociedad en términos ambientales, culturales y sociales.
La propiedad social se ha mantenido en México, pese a que, en 1992, durante el gobierno de Carlos Salinas, se modificó el marco legal con una intención privatizadora de las tierras. Si bien algunas porciones de territorio se privatizaron, a la fecha se conserva la mayor parte bajo propiedad social.
Hoy, esos territorios comunitarios enfrentan graves amenazas, entre ellas:
El despojo del territorio, la privatización de las rentas tiene consecuencias muy profundas. No se restringe a la pérdida de la tierra en sí, sino a la transformación forzada de los modos de vida ancestrales asociados a los territorios y a la alteración drástica de las relaciones sociales de las comunidades. Y este tipo de procesos se están viviendo hoy en día.
México es ejemplo en el mundo por su esquema de propiedad social de la tierra y por la forma en que las comunidades se organizan y manejan sus territorios, generando bienestar local, produciendo y conservando, distribuyendo equitativamente los ingresos y fortaleciendo el tejido social. Esta gobernanza y esta propiedad se han mantenido pese a que los pasados gobiernos trabajaron de manera sistemática por desmantelar este modelo y ceder los territorios y sus recursos a intereses privados.
Para revertir esta situación es indispensable:
13 julio, 2023, Por: Gerardo Suárez
13 julio, 2023, Por: CCMSS
4 julio, 2023, Por: Gerardo Suárez
3 julio, 2023, Por: Gerardo Suárez
Pronunciamiento sobre el Dictamen de las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos Segunda, respecto de las Iniciativas con Proyecto de Decreto por el que se reforma el artículo 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de Protección y Desarrollo Sostenible del Medio Ambiente
La iniciativa de reformas al artículo 4º constitucional denominada Protección y Desarrollo Sostenible del Medio Ambiente presenta serias deficiencias. La primera de ellas es que el desarrollo sostenible involucra diversas variables -social, económica y ambiental-, de tal forma que no se puede hablar de un desarrollo sostenible del medio ambiente. Dicha propuesta de reforma es regresiva en lo que se refiere a garantizar el derecho humano a un medio ambiente sano para el desarrollo y bienestar de las personas, y es contraria a los compromisos del Estado mexicano en materia de progresividad, principio que se desdobla en dos obligaciones: la primera consiste en mejorar continuamente el goce de los derechos humanos y, la segunda, se refiere al deber estatal de abstenerse de tomar medidas deliberadamente regresivas que reduzcan los niveles de protección de los derechos vigentes o supriman los ya existentes, que es lo que subyace a la reforma.
La propiedad social se ha mantenido en México, pese a que, en 1992, se modificó el marco legal con una intención privatizadora de las tierras
A propósito del aniversario de la promulgación de la Ley Agraria del 6 de enero de 1915, el presidente Andrés Manuel López Obrador comentó que “…más de la mitad de la propiedad agraria en México es, afortunadamente, todavía de campesinos, más de 100 millones de hectáreas son tierras comunales, son ejidos, pequeñas propiedades”.