La extensión de este ecosistema se ha reducido debido a la conversión en áreas agropecuarias y agroforestales y la tala sin planificación. Se calcula que en México se mantiene 28% de la cobertura original del bosque de niebla, y de esta área 53% corresponde a bosques jóvenes que se desarrollan después de eventos de disturbios naturales y antropogénicos.
Los bosques de niebla se desarrollan en las montañas tropicales, en sitios donde las lluvias son abundantes y la niebla cubre la vegetación de forma frecuente a lo largo del año (Scatena et al., 2010). Se calcula que el bosque de niebla en México alberga 12% de la riqueza de plantas en el país (3000 especies), de las cuales aproximadamente 30% son endémicas; una alta diversidad de fauna, incluyendo mamíferos, anfibios y aves y 755 especies de vertebrados terrestres; variedades silvestres de árboles como el aguacate y otras plantas cultivadas, numerosas especies de usos medicinal, maderable, ornamental y ceremonial, entre otros.
Este ecosistema es poco apto para el aprovechamiento forestal maderable por la baja densidad de especies con potencial comercial maderable y por el difícil acceso, dadas las pendientes pronunciadas donde se desarrollan. Sin embargo, los dueños de estos bosques y habitantes de las localidades cercanas extraen continuamente madera y otros productos sin ningún tipo de manejo o regulación.
Ante este panorama, Tarin Toledo Aceves, Patricia Gerez Fernández y Luciana Porter Bolland elaboraron el documento ¿Qué se necesita para avanzar hacia el manejo de los bosques de niebla secundarios en México?, en el que hacen propuestas de política pública y de manejo para estos bosques jóvenes y diversos, para los cuales no funciona la normatividad vigente en nuestro país, orientada fundamentalmente al manejo de bosques maduros.
Las autoras subrayan que es dado que estos bosques son usados continuamente por sus dueños y pobladores, resulta una tarea urgente desarrollar condiciones propicias para impulsar su manejo sustentable. En estos bosques hay varias especies maderables útiles cuyo aprovechamiento regulado, mediante cortas selectivas o plantaciones de estas especies, puede generar proyectos productivos, a la vez que se mantienen importantes servicios ecosistémicos.
El documento completo se puede consultar aquí.