8 diciembre, 2015, Por: Sergio Madrid Zubirán
El Banco Mundial inició en 2012 el proceso de revisión de su Marco Ambiental y Social, que guía y acota los proyectos que financia dicha institución para que se realicen con respeto a los derechos humanos y sin dañar el medio ambiente. El proceso ha sido tan opaco, y el nuevo marco supone un retroceso tan grande, que cerca de dos centenares de organizaciones latinoamericanas –entre ellas el Consejo Civil– se han unido para rechazarlo. En un posicionamiento hecho público esta mañana, explican los riesgos que supondría su aprobación, los problemas que encontraron en su discusión y el retroceso que supone que una institución como el Banco Mundial esté proponiendo un documento de esta naturaleza.
De entrada, plantea el posicionamiento, el proceso de consulta y participación ha estado marcado por una convocatoria excluyente y por el envío tardío y a cuenta gotas de la información que sería necesaria para hacer aportaciones serias. Aún más, no estuvo claro cómo responderían los funcionarios del Banco a propuestas y críticas de la sociedad civil, y las consultas del Banco se han reducido meramente a reuniones informativas, de alcance muy corto.
La gravedad de esto queda de realce cuando se ve el documento que se pretende aprobar. Se trata de un nuevo Marco que no tiene un enfoque de derechos humanos, y que evita todas las referencias a estándares internacionales en la materia. Si, y cuando se logren hacer pasar alegatos y propuestas de derechos humanos u otras salvaguardas para los proyectos y actividades financiadas por el Banco, el nuevo Marco no marca plazos ni procedimientos para responder a ellos.
Además, el Banco Mundial ha puesto el énfasis en gestionar los riesgos de cada proyecto durante la ejecución del proyecto, en lugar de hacerlo durante la evaluación, pero no ha fijado un presupuesto específico o un plan para hacerlo. Además, la falta de un esquema de transparencia y acceso a la información en el Marco supone que la sociedad civil enfrentará muchos obstáculos para saber de dónde vienen esos riesgos, cuál es su magnitud y cuál es su urgencia.
“El borrador propuesto no sólo va en contra de la misión principal del Banco Mundial sobre erradicar la pobreza extrema y promover una prosperidad compartida”, afirma el posicionamiento de la sociedad civil, “sino que baja el estándar tanto para el propio Banco, como para toda la comunidad internacional”. Esto es especialmente preocupante, según las cerca de doscientas organizaciones que lo firman, porque “existe una importante competencia para canalizar financiamiento por parte de otras instituciones, y en lugar de promover un fortalecimiento de estándares, este borrador estimula que otros bancos multilaterales, instituciones financieras internacionales, bancos nacionales de desarrollo y otras iniciativas bajen sus estándares o carezcan de incentivos para fortalecerlos en aras de tener una mayor competitividad.”
El listado de organizaciones y el posicionamiento completo, incluyendo aspectos específicos de particular relevancia en el Marco, puede consultarse en este vínculo.