11 noviembre, 2016, Por: Genaro Madrid
La celeridad con la que ha entrado en vigor el Acuerdo de París anuncia una épica lucha que compromete a un centenar de países –incluido México– a efectuar estrategias prontas en contra del cambio climático.
El reciente acuerdo, que entró en vigor el pasado 4 de noviembre, demanda esfuerzos intensivos para cumplir una meta precisa: mantener por debajo de los 2°C el aumento de la temperatura media mundial. Por esto, a partir de 2020, y cada 5 años, los países estarán comprometidos a evaluar resultados y diseñar nuevas estrategias que reduzcan significativamente la emisión de gases contaminantes.
El Manejo Forestal Sostenible como aliado inmejorable
El Manejo Forestal Sostenible (o Comunitario) es considerada una gran alternativa por diversos especialistas para combatir el cambio climático, por viable, poco costosa y muy efectiva. Además, se trata de un recurso ya probado entre naciones que hoy mantienen bajos niveles de carbono (como es el caso de Chile, Brasil y Guatemala, que expusieron esta estrategia en su proyecto para ratificar el Acuerdo). Este implica legar a las comunidades que habitan las regiones boscosas la propiedad de dichas tierras, e implementar modelos de aprovechamiento de los recursos de sus bosques, pero a la vez garantizando su cuidado y control. Por esta vía Brasil, por ejemplo, ha casi triplicado las cifras a favor de la conservación y en contra de la deforestación en estos bosques.
Un Manejo Forestal Comunitario es una herramienta fundamental contra la deforestación provocada por el cambio de uso de suelo, la tala ilegal o factores naturales, mal manejados o contenidos, por ejemplo plagas. Impidiendo la deforestación, se disminuye la emisión de gases de invernadero, una premisa esencial en el combate contra el cambio climático.
Combatir el cambio climático mientras activas la economía comunitaria…
El Manejo Forestal Comunitario no se limita a cumplir objetivos ambientales. Además de la conservación de áreas forestales, genera un modelo económico que permite a las comunidades aprovechar los recursos de sus bosques y con ello elevar sustancialmente su calidad de vida.
Si bien en México existen ya más de 2,400 comunidades que manejan sus bosques, y cerca de mil empresas forestales comunitarias, las condiciones a favor de estos programas tendrían que reforzarse, sobretodo si se quiere aprovechar como instrumento para cumplir el compromiso adquirido en el Acuerdo de Paris.
¿Qué sigue?
La regulación excesiva, o mejor dicho indiscriminada, además de otras circunstancias –como el que buena parte de la madera que se utiliza en el país proviene de tala ilegal o es importada–, han sido hasta ahora enemigos del Manejo Forestal Comunitario. Estas son precisamente las trabas que el país tendrá que resolver para estar al nivel de los retos que se tienen por delante.
Por eso, el Acuerdo de París es una importantísima vía por la que México podrá hacerse en la lucha contra el cambio climático, aprovechando lo que en abundancia posee: su biodiversidad. Al parecer, en cuestiones generales, nuestra contribución presentada para el Acuerdo propone la Reforma Energética, persiguiendo una “reducción de hasta un 40% de sus emisiones de GEI y de la emisión de carbono negro para el año 2030 de manera condicionada”, según los financiamientos y la tecnología al alcance, pero también hace una mención por la búsqueda de una “deforestación cero” en la mayor parte de nuestros bosques.
Existe una máxima importante dentro del Acuerdo de París, y en general en los objetivos de la COP (Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático), y es la demanda por un cambio de pensamiento respecto a los nuevos modelos económicos generados que, entre otras cosas, apunten por la acción y la creación de capacidad entre los habitantes del planeta. El Manejo Forestal Comunitario es un recurso fundamental para cumplirlo.