El anuncio del Corredor Biocultural Gran Selva Maya, más que ser una buena noticia, enciende las alarmas: detrás de un discurso de conservación y desarrollo se impulsa la expansión de los megaproyectos extractivistas que amenazan la selva, los pueblos originarios y comunidades locales, y los sistemas reproductores de vida en el sureste de México y Centroamérica.
• El Corredor Biocultural Gran Selva Maya no representa una política real de conservación, sino un mecanismo para legitimar la expansión de megaproyectos.
• Estos megaproyectos ya han generado despojo de tierras, criminalización de la defensa del territorio, violaciones a los derechos humanos y daños irreversibles a ecosistemas clave; su expansión a Centroamérica ampliará y profundizará estos impactos.
• La conservación efectiva de la naturaleza mediante el establecimiento de Áreas Naturales Protegidas requiere invariablemente de:
Un presupuesto suficiente destinado a las ANP y un fortalecimiento institucional a la Conanp.
El reconocimiento efectivo de los pueblos indígenas y comunidades locales en la gobernanza y formas de conservación de estas áreas.
La cancelación de proyectos ilegales dentro de las ANP (e.g. Puerta al Mar) y la garantía del cumplimiento de los Programas de Manejo y Conservación de las mismas.
• Los recursos para Cambio Climático del Presupuesto de la Federación deben dirigirse a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la resiliencia de los territorios, no a financiar megaproyectos que profundizan la crisis socioambiental.
Aquí el documento de declaración completo: http://tr.ee/5UHqKY