José María Morelos, Q Roo.- Para conocer el proceso de producción y comercialización de carbón vegetal que consumen los hoteles del exclusivo complejo Mayakoba, en la Riviera Maya, sus directivos de Responsabilidad Social, Ecología, Sustentabilidad y Compras, visitaron por primera vez el Ejido de San Felipe Oriente, a 25 kilómetros de Dziuché, en el municipio de José María Morelos.
Desde hace 10 meses, Fairmont, Rosewood, Banyan Tree y Andaz, compran a la cooperativa Carbón de Leña Verde “Caleña”, carbón vegetal, fruto de un manejo sostenible, que es comercializado con estándares de alta calidad y valores sociales y ambientales, bajo la marca “Brasero del Oriente”.
El binomio cooperativa-hoteles- fomenta y respalda el consumo de productos locales, genera impactos económicos positivos para centenas de familias; detona alternativas de trabajo e impide el éxodo de jóvenes, de sus comunidades a los polos turísticos.
La venta de carbón vegetal abarca a los hoteles de la cadena AM Resorts, el Paradisus y Paradisus Cancún y el Palladium, así como los restaurantes Ipanema’s Grill y Harry’s Grill.
Paola Rubio, de “Camaleón Consultoría Sustentable”, empresa que trabaja con Andaz Mayakoba, destacó la importancia de la visita, que les permitió constatar de manera directa que los insumos de los hoteles son generados a través de esquemas sustentables, que procuran la conservación de la selva, benefician a las comunidades rurales y gozan de excelente calidad, lo que les abona para obtener o mantener certificaciones internacionales que acreditan sus buenas prácticas.
“La razón por la cual estamos aquí es precisamente para conocer y asegurarnos de que este tipo de modelos son los que estamos consumiendo (…) este tipo de carbón nos conviene más como hotel porque nos ayuda a cumplir una serie de requerimientos para mantener las certificaciones en materia de responsabilidad ambiental y social”, resaltó Paola.
La cooperativa, fundada en 2015 e integrada por más de 40 personas -15 ejidatarios asociados fundadores y 30 asociados productores- recibe el acompañamiento del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible – Península de Yucatán (CCMSS-PY), que desde el 2014 ha facilitado el proceso organizativo, el fortalecimiento de capacidades humanas y el apoyo económico para impulsar la producción del carbón vegetal.
Estos trabajos incluyen la inserción de una decena de mujeres, esposas de los asociados fundadores de “Caleña”, quienes participan en la selección y envasado del carbón.
En el monte -como los mayas le llaman a la selva- se explicó cómo la cooperativa aprovecha la madera para generar carbón vegetal mediante un Programa de Manejo Forestal autorizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en 621 hectáreas del ejido, con 10 anualidades para su aprovechamiento.
Actualmente van en su octava anualidad y contemplan renovar su Plan en el 2020, de acuerdo con José Nicolás May Rosel, actual comisario ejidal, quien estuvo acompañado por el consejo de administración de la cooperativa e integrantes del CCMSS-PY.
De la mano de Ismael May, presidente de “Caleña”, las y los visitantes observaron las prácticas del manejo de la selva y el funcionamiento de un horno metálico para transformar la madera en carbón, en un rango de 5 a 10 días, promedio.
“Mayormente usamos madera dura tropical”, les dijo Villanueva Peraza, tesorero de la cooperativa, quien agregó que son entre cinco y seis especies las autorizadas dentro del Programa de Manejo, entre ellas, el kitimché, K’anasin y Xuul.
A principio de año, los árboles que serán derribados deben ser marcados, al igual que aquellos que serán preservados como árboles semilleros. En el área que han aprovechado la madera, deben realizar una reforestación y, además, sembrar siete mil plántulas, se detalló.
“Si ustedes observan, esos árboles que tienen una letra, les llamamos ‘Árboles Padre’. Son los que nosotros estamos dejando para tener nuestro banco de semillas; también estamos abriendo unos claros para meter otro tipo de plántulas, como caobas, ciricote, ramón y matas de cedro.
“Esas son parte de las actividades obligatorias que tenemos por tener nuestro programa de aprovechamiento. Nosotros aquí aprovechamos todo lo que es la madera, todo lo que sale de aquí es lo que transformamos en carbón y lo llevamos a Mayakoba y a otros restaurantes en Playa del Carmen y parte a la Ciudad de México.
“Con el Consejo Civil Mexicano llevamos el cuarto año ya, trabajando de la mano, que nos apoyan en varios aspectos y ahorita con el mercado de Playa del Carmen, porque nosotros no llevábamos el producto hasta allá, nosotros lo vendíamos aquí en el Ejido y mayormente se va al centro del país. Pero ahorita lo estamos llevando aquí cerca, porque aquí en el Estado se consume”, narró José Nicolás.
Francisco Villanueva Peraza citó los resultados de un estudio elaborado por la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo (UIMQROO), en José María Morelos, que contrasta la calidad del carbón de “Caleña”, respecto a otros carbones producidos en el centro del país e incluso de los Estados Unidos.
“Orgullosamente llevamos los primeros lugares. Tenemos durabilidad, menos ceniza, menos humo. El estudio se llevó seis meses y consistió en checar todo nuestro producto, nuestro carbón, con respecto a los demás carbones del país”, expresó.
El gerente saliente de la Plataforma de Cooperación Comercial (PLACCO), Noe Mendoza y la gerente entrante, Teresa Rojo, coincidieron en que se busca aumentar el número de cooperativas que participan de este esquema que enlaza a los ejidos-productores con los hoteles-consumidores en la Riviera Maya, para incrementar el volumen de carbón, sin presionar a sólo un ejido y disminuir los gastos de operación y transporte hacia la Riviera Maya.
“El planteamiento de la Plataforma es que más adelante puedan subirse otras cooperativas de otros ejidos, para ir incrementando el volumen que se puede mover, porque ellos tienen un límite” -dijo Noé- “la idea es no aumentar el volumen por cooperativa, sino expandir el esquema hacia otras cooperativas”, concordó, Teresa.
La coordinadora regional del CCMSS, Sara Cuervo, aclaró también que la Plataforma es un esquema que suma al sector hotelero y organizaciones productivas -ejidos y cooperativas- en la búsqueda de “formas más inteligentes” para generar prosperidad en el campo.
“Por ejemplo, estimular el consumo de materias primas forestales, de productos forestales de bosques comunitarios, para que a su vez las organizaciones puedan seguir creciendo, mejorando sus capacidades y asegurando el posicionamiento de un producto bien pagado, que se le reconozcan valores ambientales y sociales como los tiene, sin duda, el carbón de la cooperativa Caleña Verde.
“Nosotros no intermediamos relaciones comerciales, no hacemos un negocio de la producción que hacen las cooperativas, mas bien facilitamos una experiencia”, subrayó.
Como parte del recorrido, las y los visitantes conocieron el centro en donde el carbón es seleccionado y envasado en sacos de 3 y 18 kilos, por las esposas de los ejidatarios, bajo la marca “Brasero del Oriente”. Las mujeres que participan de la actividad, sugirieron que el producto llevase ese nombre.
Ahí, escucharon de Sara Cuervo el valor adicional que posee este tipo de producto, porque además de responder a prácticas sostenibles de aprovechamiento comunitario, cumple con todos los requisitos que establece el marco legal, lo que lo diferencia de cualquier otro tipo de carbón comercializado irregularmente y más barato.
“Cumplir con los permisos, contratar a un ingeniero del padrón nacional de ingenieros para que te firme cada trámite, atender las obligaciones fiscales, cuesta. Cuesta ser legales”, enfatizó.
Tatiana Morfin, gerente de Ecología y Responsabilidad Corporativa de Fairmont, Mayakoba, resumió la experiencia vivida como exitosa e indicó que les dejó “la seguridad de que estamos apoyando a un comercio local, a una comunidad, que el carbón es de primera calidad, pasa por muchos procesos y tiene durabilidad y todos los elementos de un producto de calidad”.
Resaltó que, conforme a las políticas de responsabilidad social del centro de hospedaje, buscan proveedores sustentables como la cooperativa de “Caleña”.
“¡Me encantó! Siempre me gusta conocer un poquito más a fondo los proyectos, primero para asegurarme que, si los voy a promover, es realmente lo que se habla de ellos y por otro lado me gusta conocer sus procesos; me gusta mucho el trabajo que están haciendo en la cooperativa y en la parte de producción.
“Yo soy bióloga de profesión y me gusta ver con qué especies trabajan, cómo hacen la recuperación de las selvas y algo que me encantó es la visión empresarial de la cooperativa; eso es raro de ver en las comunidades y usualmente noto que es lo que más cuesta trabajo, la parte comercial de los proyectos productivos”, aportó Paola, de “Camaleón Consultoría Sustentable”.
Para Raquel Guzmán, Responsable de Sustentabilidad del Rosewood-Mayakoba, añadió que la intención de la cadena es hacerse de la mayor cantidad de proveedores locales.
Del carbón vegetal que adquieren de la cooperativa, expresó que se apega a la calidad requerida; también con la puntualidad en las entregas.
“Sabemos que vienen desde lejos, pero como tienen un centro de acopio en Playa del Carmen, que hace más fácil la distribución, que es mucha, nos han sorprendido con las entregas; de repente necesitamos que entreguen dos veces por semana y lo hacen dos veces por semana y facturas a tiempo y bien, nunca nos han quedado mal. Y eso nos da para promoverlos con otros hoteles”, concluyó.