27 agosto, 2019, Por: CCMSS
Con la finalidad de reforzar los procesos de autonomía y fortalecer emprendimientos productivos de colectivos campesinos en la Península de Yucatán, el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS-PY), desarrolla los llamados Pilotos Comerciales como parte de las acciones principales de la Plataforma de Cooperación Comercial (PLACCO).
Los Pilotos Comerciales representan la primera fase del proceso de comercialización y distribución de productos territoriales que la PLACCO coloca dentro de la industria turística de Quintana Roo, en la cual se identifican, capacitan y acompañan a organizaciones de comunidades campesinas que producen bienes que el sector turístico demanda.
La Plataforma, desarrollada por el Consejo Civil, busca reducir desigualdades en las relaciones comerciales entre estas cooperativas y los mercados, fomenta la viabilidad de emprendimientos productivos locales y, con ello, abona al fortalecimiento de las estrategias de uso y apropiación del territorio por parte de los colectivos comunitarios.
“La Plataforma promueve algo más que un producto; mas bien crea la oportunidad de que consumas una historia con un conjunto de valores socioambientales: Es el manejo sostenible de la tierra y la selva; es la calidad y diferenciación de los productos comunitarios; es el fortalecimiento integral de las organizaciones productivas; es el precio justo que beneficia al campesino productor y es la protección y defensa del territorio. Todo eso fomentas cuando adquieres un producto ambiental promovido desde la PLACCO.
“Llevamos trabajando los Pilotos Comerciales un año y medio, acompañando a las organizaciones productivas durante un ejercicio comercial que nos permite evaluar participativamente los beneficios y los retos que hallan las organizaciones al caminar estos escenarios. También para ubicar productos territoriales potenciales que demanda la industria turística del estado y que, eventualmente, una o varias organizaciones podría satisfacer”, indica Sara Cuervo, coordinadora regional del Consejo Civil en la Península de Yucatán.
Actualmente la PLACCO distribuye el carbón Brasero del Oriente de la cooperativa Carbón de Leña Verde SC de RL de CV, ubicada en el municipio de José María Morelos, Quintana Roo, y la miel Reselva de la cooperativa USAEC Apicultores, del municipio de Calakmul, Campeche, bajo estándares de comercio justo, a hoteles y restaurantes localizados en el corredor turístico de la Riviera Maya, en Quintana Roo, precisa Dulce Magaña Cruz, encargada de los Pilotos Comerciales del Consejo Civil.
“Desde la PLACCO consideramos que la sostenibilidad de los emprendimientos productivos es una condición actual para el mantenimiento de familias campesinas y comunidades en sus territorios. Esta sostenibilidad ofrece una alternativa al éxodo campesino de migrar a las ciudades en búsqueda de empleo o a la disyuntiva local de defender o no el territorio comunitario ante las amenazas de megaproyectos.
“A su vez, reconociendo que las formas de vida campesina y su reproducción están ligadas a la diversificación, garantizamos que una demanda incremental de determinado producto no impondrá la especialidad sobre este gran valor de la diversidad, pues nuestra tarea es vincular a más cooperativas del mismo giro para responder colectivamente con volúmenes de venta consolidados. En este espacio, también los pilotos comerciales encuentran su lugar”, comenta Sara Cuervo.
La PLACCO es también una herramienta de apropiación territorial, pues permite a las comunidades y ejidos, aprovechar sosteniblemente sus recursos naturales, de acuerdo con sus propios saberes, sus relaciones con la Madre Tierra y el cuidado de sus ecosistemas.
“Esto tiene que ver con la protección de los territorios comunitarios a través del afianzamiento de los emprendimientos productivos rurales, y a su vez con capacitación para el fortalecimiento de proveedores y generación de beneficios directos e indirectos reales a los colectivos y a las personas de las comunidades.
“Los pilotos comerciales son la primera fase de reconocimiento para detectar grupos productivos que tengan la intención de comercializar su producto”, explica la gerente de la PLACCO del CCMSS-PY, Teresa Rojo, quien señala que las organizaciones trabajan en el esquema bajo acuerdos de participación.
El primero es que el producto cumpla con la normativad ambiental y provenga de buenas prácticas de manejo de la tierra.
El segundo es que la labor productiva y comercial se realice a través de acuerdos colectivos y bajo parámetros de cooperación, no de iniciativas individuales.
El tercero es que exista interés dentro del colectivo de capacitarse en temas básicos administrativos y contables y, finalmente, que la relación costo-beneficio ofrezca una rentabilidad económica, social y ambiental positiva para la organización productiva y su territorio.
“Algunos de los productos que nos ha solicitado la hotelería son el carbón, la leña y el huevo de patio. A partir de esta necesidad comercial identificamos organizaciones productivas que pueden surtirlos y que cuenten con capacidades para caminar sobre los cuatro acuerdos”, detalló Rojo.
Una vez que se tiene el acercamento con la organización y se han desarrollado varios intercambios, se formalizan los acuerdos para la participación, definiendo compromisos de capacitación, financiamiento y acompañamiento, así como de abasto, distribución y comercilización.
También se incorporan una serie de talleres y capacitaciones que van desde temas de mejora de la calidad de su producto, registros y controles administrativos, costeo, hasta temas fiscales, para después seguir con un acompañamiento muy cercano en la fase de abasto y venta.
“Llevamos varios pilotos comerciales, principalmente para el carbón vegetal, ya que la demanda de este producto es muy alta y somos de los pocos proveedores en la región que garantizan la proveniencia legal de este producto forestal.
“Como Pilotos Comerciales estamos acompañando a la cooperativa Carboneros de Petcacab, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto; a la sociedad de producción rural ‘El Achiotal’, de la comunidad de Isidro Fabela, en Bacalar; a la cooperativa de apicultores U Lool Ché, en José Maria Morelos; a un colectivo de Mujeres de X’ Mabeen, Campeche y al grupo Kikiljé, de mujeres de las comunidades de Dzutoh, Ek Balam y Kimbilá, Yucatán”, indicó.
Uno de los aspectos más novedosos de la Placco es el impulso a la llamada “economía de escala externa”, contraria a la economía de escala tradicional, consistente en que sólo una empresa pueda generar o potenciar su producción a partir de la tecnología.
“En nuestro caso lo que queremos es producir a escala, pero que no sea solo un grupo o comunidad o un solo territorio, sino que sea compartir el modelo de cooperación y colaboración productiva a varios territorios y ejidos; eso es la economía de escala externa, compartir los saberes hacia otros grupos, para que arranquen el proceso productivo y comercial, respetando mucho las diferencias y características únicas y propias de cada comunidad, con una base sistematizada.
“Es de lo más innovador que tenemos y esperamos que el año próximo se presenten los primeros trabajos de sistematización del proceso”, señala.
Tere Rojo subraya que entre los retos que supone este tipo de procesos inclusivos, está el respeto a las características únicas de cada comunidad, ya que no solo se trata de implementar los procesos, sino que estos se basen en los acuerdos con cada colectivo y la mediación entre éste y la propia comunidad.
Hasta el momento están en proceso cinco Pilotos Comerciales de carbón, miel y huevo de patio. Dos de ellos están listos para empezar a surtir pedidos, como proveedores, a finales de agosto o septiembre de este año. Consideramos que esta labor es vital, no sólo para la PLACCO, sino para Quintana Roo que dice buscar la diversificación de su economía e impulsar la producción campesina. Para lograrlo deben promover acciones afirmativas que reduzcan las brechas de desigualdad social generadas por la dominación de un sector económico sobre la vida misma de toda una región.