9 julio, 2015, Por: Sergio Madrid Zubirán
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público anunció el 30 de enero la intención de iniciar un proceso de revisión del gasto del gobierno federal para la elaboración de un Presupuesto de Egresos base cero. Esta iniciativa surgió como respuesta a la nueva situación económica que enfrenta México por la caída del precio del petróleo y los problemas de la economía mundial que se previeron para 2015 y 2016, así como el desmedido aumento en el gasto público que se dio en las últimas administraciones. En nuestra Nota Informativa 42, presentamos un análisis de los riesgos y oportunidades que este proceso implica para el sector forestal.
La metodología de presupuesto base cero tiene entre sus objetivos evitar decisiones de recorte de gastos sin motivos que pueden causar errores importantes de gestión. En este sentido, la revisión del presupuesto del sector forestal implica algunos riesgos y oportunidades de los que dependerá en buena medida el futuro inmediato de los ecosistemas forestales y de 11 millones de personas que los habitan.
Desde el nacimiento de la Comisión Nacional Forestal en el 2001, el presupuesto de esta dependencia ha crecido hasta alcanzar los siete mil 744 millones de pesos en el 2015. Para algunos, este monto es demasiado alto y para otros, sobre todo quienes enfrentan a diario los problemas que viven las regiones forestales, es apenas suficiente para lograr la conservación, la restauración y el manejo sustentable de las casi 138 millones de hectáreas de superficie forestal que tiene el país (70% del territorio nacional).
Todos los años vemos como se siguen perdiendo miles de hectáreas de coberturas forestales, sobre todo en las selvas secas, manglares, matorrales y selvas medianas, por la expansión de actividades agrícolas, pecuarias, turísticas y mineras mal planeadas, que además no han logrado sacar de la pobreza a quienes son dueños y habitan estos territorios pues la riqueza que se genera es capturada por pocas manos o grandes empresas privadas.
Desde esta perspectiva, el presupuesto anual asignado al sector forestal se ha convertido en una inversión de gran importancia para el país pues no solo está logrando disminuir en muchos casos la tasa de deforestación y restaurar cientos de hectáreas anuales, pues también impulsa el desarrollo de las cientos de empresas forestales comunitarias que crean empleos locales, invierten en la conservación de los recursos forestales, evitan inseguridad en amplias regiones del país y mantienen el desarrollo económico miles de comunidades y ejidos.
Por todo esto, la reingienería del presupuesto del sector bajo el enfoque de base cero debe realizarse de forma cuidadosa para evitar recortes que causen problemas inmediatos al capital natural del país y a los empleos de miles de personas en algunas de las regiones más marginadas del país, problemas que podrían traer costos ambientales y sociales de largo plazo.