Manejo forestal comunitario en el Nevado de Toluca como parte fundamental de la estrategia de conservación del bosque


3 noviembre, 2016, Por:

Manejo forestal comunitario en el Nevado de Toluca como parte fundamental de la estrategia de conservación del bosque

bosqueluz

El primero de octubre de 2016 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Plan de Manejo del Área de Conservación de Flora y Fauna Nevado de Toluca. El Plan de Manejo incluye un diagnóstico detallado de la situación de deterioro a la que lo han llevado ocho décadas de abandono y mal manejo del Parque Nacional. Como resultado de una política prohibicionista, sectorizada y carente de una visión integral del territorio, que no ha permitido a los ejidos y comunidades contar con programas de aprovechamiento basados en modelos silvícolas sustentables, hay extensas zonas plagadas con muérdago y descortezadores, además de tala clandestina, cambio de uso de suelo para agricultura, ganadería y asentamientos humanos desordenados, y otros impactos negativos.

El plan de manejo de la nueva Área de Protección de Flora y Fauna, busca abordar las causas de la deforestación mediante una propuesta integral que incluye la delimitación de zonas de protección, de uso restringido, de preservación, de recuperación, zonas de aprovechamiento para usos forestales y agropecuarios y zonas de uso público de turismo sustentable.

Reconoce también zonas de asentamientos humanos que existen en la región desde tiempos ancestrales y otras de origen más reciente. Todos estos usos de suelo ocurren actualmente, y el plan de manejo busca armonizarlos en una estrategia de sustentabilidad. Es importante aclarar que el Plan de Manejo del Parque establece zonas para diferentes actividades, pero no constituye en sí una autorización para el aprovechamiento de los recursos. Esta autorización debe provenir de un estudio y un plan de aprovechamiento específico que se elabora para cada caso, para cada ejido o comunidad y que debe basarse en estudios detallados de biodiversidad, tasas de crecimiento, tipos de suelo, pendientes, etc. Así como de la definición de un modelo silvícola apropiado que incluya las medidas de restauración, cuidado y vigilancia necesarias para preservar el bosque.

El Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS), así como otras instituciones civiles y académicas, han documentado y respaldado en todo el país iniciativas de manejo forestal comunitario como una estrategia fundamental para la conservación de los ecosistemas forestales. Más de 2,400 ejidos y comunidades llevan a cabo manejo forestal en el país, y cerca de mil cuentan con empresas forestales comunitarias.

Los Parques Nacionales y áreas protegidas deben contar con planes de manejo que permitan a las comunidades y ejidos el aprovechamiento forestal sustentable, por lo que la inclusión de esta categoría en varias sub zonas dentro del Plan del Nevado de Toluca parece un acierto.

La Unión de Ejidos Emiliano Zapata en la región de Amanalco, que incluye varios ejidos dentro del área del Nevado de Toluca, tiene cerca de 35 años llevando a cabo un aprovechamiento forestal basado en planes de manejo. La región manejada por los ejidos de esta Unión, donde se lleva a cabo aprovechamiento maderable, tiene actualmente una tasa de deforestación cero, es decir, en la zona bajo su manejo no existe deforestación, pese a que se extraen productos forestales maderables.

Esto se logra mediante la implementación de un modelo silvícola que incluye el conocimiento y observancia de la tasas de incremento de la masa forestal, la implementación de actividades de silvicultura, como podas y aclareos, además de la instrumentación de programas de manejo del fuego, control y combate de plagas, restauración de suelos, promoción del renuevo natural y respaldo con reforestación cuando es necesario, además de vigilancia y de promoción de actividades agrícolas sustentables, como la agricultura orgánica en las zonas aledañas al bosque.

El aprovechamiento forestal permite a las comunidades tener empleos e ingresos, y comprometerse con las actividades necesarias para la conservación a largo plazo del recurso forestal.

El manejo integrado de varios ejidos de la cuenca de Amanalco a manos de la Unión de Ejidos, ha permitido recuperar servicios ambientales fundamentales, como la infiltración de agua y recarga de los acuíferos, recuperación de suelos y reversión de procesos de erosión, e incremento de la biomasa y la captura de carbono en los bosques.

El Manejo Forestal Sustentable incluye acciones de conservación y protección de los altos valores de conservación, es decir: hábitat para la biodiversidad, zonas de provisión de agua, sitios de valor cultural, ecosistemas frágiles, etc., y se basa en programas autorizados y auditados por las autoridades forestales.

La re-categorización del Nevado de Toluca y la publicación de su plan de manejo es sólo el primer paso; hay mucho más que las instituciones tendrán que hacer para garantizar un manejo forestal sustentable:

1.     Probosque, que es la institución que aprueba los Planes de Manejo Forestal en el Estado de México, tendrá que analizar cada uno de los planes que le presenten los ejidos y comunidades a partir de la zonificación establecida en el Plan de Manejo del APFF, utilizando criterios científicos y aplicando las mejores prácticas conocidas.

2.     Conafor debe promover que se elaboren PMF de la mayor calidad, ya que tiene recursos para financiar su elaboración y puede apoyar a las comunidades para que fortalezcan sus capacidades técnicas, financieras, gerenciales y comerciales. Además, tiene la oportunidad de promover la certificación internacional de mejores prácticas, como FSC con la que actualmente cuentan varios de los ejidos de la región de Amanalco.

3.     Semarnat debe agilizar y optimizar sus procesos de autorización en todas las etapas del proceso forestal.

4.     Profepa debe centrarse en evitar la tala y el comercio ilegal, que le hace una competencia desleal a los ejidos y comunidades que cumplen con toda la normatividad y protegen los bosques.

Y las organizaciones de la sociedad civil pueden acompañar los procesos comunitarios para impulsar el uso de mejores prácticas, las certificaciones de buen manejo forestal y apoyar la inserción de las EFC en los mercados.

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