Chihuahua, Durango, Oaxaca y Quintana Roo son las entidades del país que mayor superficie de propiedad colectiva de la tierra se destina al manejo forestal. Las áreas boscosas manejadas por comunidades a través de Empresas Forestales Comunitarias tanto en bosques tropicales como templados es un modelo único en el mundo, pues está orientado a una producción comercial de productos maderables con los cuales las comunidades generan bienestar para sus miembros, al tiempo que conservan estos ecosistemas y sus invaluables beneficios.