Cultivada en el corazón de los pueblos mayas de la península de Yucatán, la práctica de cuidar a las abejas se significa tanto en lo espiritual como en lo mundano. En esa integridad del ejercicio de vivir que sólo los pueblos originarios saben porque es su impronta: ser parte indivisible de un territorio, y además, agradecer (a la lluvia, los vientos, los montes, la milpa, las abejas). Agradecer el conocimiento heredado de las abuelas y abuelos, y el reposo sereno a la sombra del árbol de guaya en el solar.
Este escenario es palabra de la resistencia de los pueblos que, a pesar de más de cinco siglos de desposesión y violencias, siguen enseñando caminos por dónde transitar en medio de crisis globales gestadas por intereses que no paran en la tarea de usurpar sus tierras y bienes naturales, y arremeter contra sus formas de vida. La bestia del desarrollo ha sido imparable y la defensa de los pueblos también. Aunque las inequidades y desigualdades reproducidas por los sistemas colonialista y patriarcal impuestos sobre los pueblos, afectan de manera diferenciada a los grupos poblacionales: la juventud rural desposeída es presa favorita, es mano de obra dispuesta al empleo precario.
En la conmemoración del #DíaMundialDeLasAbejas compartimos las voces de mujeres y hombres jóvenes de comunidades mayas de José María Morelos, Quintana Roo, quienes habitan sus territorios y cuidan de las abejas. Sus experiencias, que se construyen desde su ser maya, buscan formas para seguir habitando dignamente sus pueblos.
Con agradecimiento a: Diana Nayeli Cime Fonceca, María Paulina Ramírez Navarrete, Lizbeth Sayuri Chan Xool de la comunidad de Cafetal Grande; Guadalupe Amayrani Mendez Ké, Jeiber Josué Chavarría Dzul, Vladimir Chavarría Dzul, Erika Anahi Cime Fonceca, Rosalba Yanely Yupit Vera de la comunidad de Candelaria; Wendy Esther Tec Dzul de la comunidad de Corral; Mariano Balam Canul, Lucero Balam Canul, Edwin Rafael Balam Canul, Alberto Tenrreiro Piña, José Alfren Tenreiro Balam, Yanci Abigail Escobedo Ku, María Alejandra Escobedo Torres, de la comunidad de El Naranjal.