8 enero, 2018, Por: Gerardo Suárez
México debería apostar por el impulso a las comunidades forestales, que son dueñas de la mayor parte de los territorios forestales de este país. Con ello lograríamos alcanzar las metas climáticas a las que se comprometió el país, como llegar a la deforestación cero y, al mismo tiempo, beneficiar a las personas que manejan, cuidan y mejoran los ecosistemas boscosos y selváticos, propone el Doctor José Sarukhán Kermes, coordinador nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO).
El especialista, galardonado con el Premio Internacional Tyler (2017) por sus contribuciones en el campo del a biodiversidad, enfatiza que “México es un país de vocación forestal y no agrícola, y en consecuencia se deben hacer los esfuerzos necesarios para garantizar la conservación de este importante patrimonio forestal; y una de las mejores estrategias para lograrlo es el manejo forestal comunitario”.
El doctor Sarukhán resalta que el trabajo de las comunidades en el manejo de sus recursos forestales es crucial, “porque ellos son los manejadores, los cuidadores, los mejoradores de esos sistemas forestales, particularmente cuando constituyen cooperativas, sociedades de producción o empresas sociales los beneficios son mayores”.
Detalla que en el país tenemos muchos ejemplos exitosos de empresas forestales comunitarias con reconocimientos internacionales por sus contribuciones a la conservación y labores de manejo. Estas empresas comunitarias generan beneficios a sus comunidades, y esto es enormemente importante y por ello, deberían replicarse en muchos otros lugares que tienen potencial para ello.
De acuerdo con un análisis del Consejo Civil Mexicano, existen en México 11 mil 843 ejidos y comunidades que cuentan con al menos 200 hectáreas de bosque y/o selva en sus territorios. Estas comunidades llevan a cabo una importante labor de protección y conservación de los recursos forestales que de otra manera ya hubieran sido destruidos por la tala ilegal, los incendios y el cambio de uso de suelo.
El titular de la CONABIO plantea que “una de las cosas que habría que hacer para impulsar al sector forestal en el país es promover una buena asesoría técnica a las comunidades dueñas de recursos forestales. Que tengan estímulos de tipo financiero para poner que ellas pongan en marcha sus propias empresas comunitarias”. Añade que “quizá algunos de estos emprendimientos van a fallar, pero habría que ver por qué; quizá algunos por falta de capacitación, entrenamiento o problemas de mercado, pero habría que solventar esos obstáculos”.
Refiere que “el impulso al manejo forestal comunitario es una forma muchísimo más digna y adecuada para asegurar que nuestro patrimonio natural, de zonas boscosas y selváticas pueda mantenerse en beneficio de todo el país, y particularmente, para que se beneficien las comunidades que cuidan y manejan los bosques”.
“Hay que darles los apoyos necesarios a estas comunidades forestales, porque ellos, saben responder a estos desafíos. Yo no creo que se requieran enormes cantidades de dinero para llevar a cabo este tipo de acciones. Es necesario que apostemos por convertirlos en empresarios y que puedan avanzar, como se hace en muchos otros lados. Esto no se ha hecho en México”, concluye.