29 enero, 2018, Por: Gerardo Suárez
Los ecosistemas forestales capturan anualmente 170 mega-toneladas de dióxido de carbono que es la misma cantidad que el sector de autotransporte de todo el pais emite a la atmósfera, de acuerdo con el estudio “Adapting REDD+ policy to sink conditions”. Cabe señalar que el sector del autotransporte es una de los principales fuente de emisiones de CO2 en México, con el 23 por ciento.
Sin embargo, hoy en día los ecosistemas forestales se encuentran bajo fuertes amenazas por el avance de la ganadería, la minería y la agroindustria que demanda grandes extensiones de tierra.
En México, más del 60% de los territorios forestales son de propiedad social, y la protección y conservación de los bosques y selvas, y los enormes beneficios que nos brindan, entre ellos la captura de carbono, dependen del trabajo que realizan las comunidades y ejidos forestales a través de sus actividades de manejo.
Se trata de un enorme aporte de las comunidades y ejidos de nuestro país al combate al cambio climático que hasta ahora no ha sido reconocido ni valorado adecuadamente, subrayó el CCMSS.
En el marco del Día internacional para la reducción de emisiones, el CCMSS llama a impulsar el manejo forestal comunitario para la hacer frente al cambio climático y a las amenazas que se ciernen sobre los bosques y lograr así las metas climáticas a las que se ha comprometido México.
El estudio de la doctora Margaret Skutsch, del Instituto de Investigaciones en Geografía Ambiental de la UNAM, titulado “Adapting REDD+ policy to sink conditions” (2017), arroja datos valiosos para entender el importante papel que juegan los bosques y selvas para la mitigación de las concentraciones de carbón en la atmósfera.
La doctora Skutsch recomienda que para incrementar los reservorios de carbono en los ecosistemas forestales manejados se impulsen políticas públicas que fomenten la conservación del arbolado sano y la remoción de árboles enfermos, viejos o de dimensiones menores, para propiciar el crecimiento de ejemplares nuevos y vigorosos que permitan una mayor absorción de carbono; se invierta en programas de Pago por Servicios Ambientales para la regeneración de bosques talados y degradados; así como en la conformación de brigadas contra incendios.
Mientras que para los bosques degradados que no están destinados a la producción de productos maderables, el análisis considera necesario detener el cambio de uso de suelo generado por el avance de los cultivos agroindustriales y la ganadería extensiva.
En este rubro el estudio recomienda inversiones en la conformación de grupos de vigilancia, labores de regeneración y mejoramiento de la masa forestal. En particular, el impulso a proyectos de producción de carbón vegetal puede propiciar un mejoramiento de la cobertura forestal para una mayor absorción de carbono, y generar ingresos para los dueños de esos terrenos forestales.
Para mantener la capacidad de captura de carbono de los bosques y selvas, México tiene una enorme oportunidad, las empresas forestales operadas por ejidos y comunidades -alrededor de 990-.
Con sus actividades de manejo, aprovechamiento de madera y otros productos forestales como resinas, semillas y plantas, propician la regeneración de la cobertura forestal y dan mantenimiento al bosque a través de actividades de reforestación, saneamiento, aclareo y apertura de caminos y brechas corta fuego; de esta manera aseguran la conservación de los bosques a lo largo del tiempo, al tiempo de generar empleos e ingresos para sus comunidades.
No obstante, las políticas públicas hacia las regiones forestales no les son hoy en día favorables; diversos factores, como la sobrerregulación, la falta de inversiones para el desarrollo de capacidades locales y un sistema sólido y confiable de extensionismo forestal, frenan el desarrollo de las iniciativas comunitarias.
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