Este mapa ilustra cómo enormes superficies de las ricas y biodiversas selvas de los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo hoy están destinadas a los cultivos agroindustriales de soya, actividad que pone en riesgo la producción de miel, fuente de ingreso de las comunidades mayas. En los monocultivos de soya de la región se utilizan una enorme cantidad de plaguicidas altamente peligrosos, entre ellos, glifosato y fipronil.