2 febrero, 2021, Por: CCMSS
2 de febrero, Día Mundial de los Humedales.
De los 4.26 millones de hectáreas de humedales en propiedad social, el 16% se encuentra dentro de la categoría de sitios Ramsar, con una extensión de 702,909 hectáreas; mientras que el 19% se encuentran dentro de áreas naturales protegidas, con una superficie de 816 mil hectáreas.
El cambio de uso del suelo para prácticas agrícolas y ganaderas, así como la sobreexplotación de los acuíferos son factores que están propiciando la desaparición de los humedales.
Estos humedales son extensiones de tierra cubiertas por agua, de manera temporal o permanente y pueden ser lagos y ríos, acuíferos subterráneos, pantanos y marismas, pastizales húmedos, turberas, oasis, estuarios deltas, manglares y zonas costeras como arrecifes coralinos, e incluyen sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales y salinas. Por su vegetación y disponibilidad de agua dulce, albergan una gran biodiversidad que es fuente de alimentos, materiales diversos e ingresos para muchas familias campesinas.
En México, los estados de Campeche, Tabasco y Chiapas concentran las mayores extensiones de humedales con más del 55% de la superficie. Asimismo, esta región del país alberga la mayor reserva de agua dulce del país.
Los estados con mayor superficie de humedales en propiedad social son:
Sin embargo, el crecimiento de la actividad ganadera y de la agricultura comercial de monocultivos ha traído efectos negativos en términos ambientales y sociales. La pérdida de cobertura vegetal en las regiones de humedales para el establecimiento de potreros y campos de cultivo ha propiciado alteraciones en las dinámicas de los ecosistemas que propician problemas de inundaciones y deslaves que se han traducido en pérdida de vidas.
Además, el impulso de la agricultura comercial de monocultivos como la soya y la palma africana, sobre todo en Chiapas y Campeche, que emplean una gran cantidad de agroquímicos, generan enfermedades crónicas en la población local y propician la escasez y contaminación de los cuerpos de agua.
Si no se detiene la pérdida de humedales y se limita el uso de productos químicos se pone en riesgo la principal reserva de agua dulce del país. Cultivos como la palma africana requieren de enormes volúmenes de agua y de fertilizantes para hacer productivas estas plantaciones.
Dada la fragilidad e importancia de estos ecosistemas, es necesario fortalecer y fomentar las iniciativas comunitarias de manejo y aprovechamiento sostenible de los mismos y privilegiar las actividades de conservación de la cobertura forestal que permitan frenar el cambio de uso del suelo, como la apicultura y los proyectos comunitarios de pesca y granjas acuícolas.
Los pueblos indígenas, las comunidades y ejidos que habitan en las zonas de humedales han sido importantes en la conservación de estos recursos naturales. Su interrelación de manejo y aprovechamiento han contribuido a mantener esta riqueza biocultural a lo largo del tiempo.