17 octubre, 2014, Por: Genaro Madrid
Aunque todavía cabe la esperanza de que el calentamiento global se mantenga por debajo de los dos grados centígrados, el cambio climático es una realidad y todos, de los campos a las ciudades y de las costas a las cumbres, habremos de adaptarnos a él. Para lograrlo, un equipo liderado por David R. Lee, de la Universidad de Cornell, presenta una metodología que permite articular conocimientos científicos y tradicionales para establecer acciones prioritarias con conocimiento de causa.
Hasta ahora, las estrategias de adaptación en el campo y en los bosques han puesto el énfasis o en el conocimiento local y tradicional o en el conocimiento científico. Esto ha provocado que los planes de adaptación sufran serias limitaciones que les impiden ser efectivas. Entre otros problemas, no han considerado el conocimiento científico en cambio climático y sus impactos no al mismo grado que las percepciones y experiencias locales y no se ha generado la suficiente coordinación entre organizaciones locales y de la sociedad civil con autoridades regionales y nacionales. Además, ha sido difícil replicar estas experiencias en ámbitos similares y escalarlas a otros niveles.
El equipo del doctor Lee, integrado por Svetlana Edmeades, Edwyn de Nys y Willem Janssen, del Banco Mundial, y Andrew McDonald, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo, presenta una metodología con cuatro pasos básicos que permitirá superar estas limitantes y emprender procesos de adaptación exitosos:
Paso 3: Realización de tres actividades de planeación de las actividades de adaptación. La primera es definir criterios de evaluación para las opciones de adaptación. En la segunda actividad, el equipo que dirige los talleres elabora propuestas de “paquetes de adaptación” con detalles técnicos y económicos. Estos paquetes se evalúan en un segundo taller de acuerdo los criterios de evaluación definidos en una matriz multidimensional. Por último, cada criterio de evaluación se pondera y posteriormente se promedian todas las evaluaciones individuales para llegar a una sola calificación. De esta forma, cada participante tiene un mismo peso en la decisión sin importar su cargo, actividad económica o nivel de dominancia en el evento.
Paso 4: Priorización de las estrategias de adaptación se traduce en un plan de adaptación que se presenta, discute y debate en un tercer taller. En este taller se invita a funcionarios gubernamentales con facultades de decisión para conjuntar aspectos institucionales y políticos con consideraciones económicas y técnicas ya discutidas en los otros dos talleres. Incluir a funcionarios gubernamentales permite formalizar los planes de adaptación y plantear acciones posteriores para su implementación.
Se hicieron tres planeaciones piloto para probar la metodología. Una se llevó a cabo en el Valle del Yaqui en Sonora. En este sitio las tres actividades a las que se les dio mayor prioridad fueron la mejora genética del trigo, maíz y semillas oleaginosas; el manejo integrado de cuencas y la mejora a sistemas de irrigación. Los participantes crearon planes para dar seguimiento a los resultados y se formó un comité de instituciones interesadas para dar continuidad a las actividades de adaptación. Además, se encontró que el Plan de adaptación para el Valle del Yaqui va muy acorde con los objetivos agropecuarios de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y provee una perspectiva sub-nacional para la implementación de los mismos.