21 enero, 2015, Por: Sergio Madrid Zubirán
El Programa de Manejo del Parque Nacional Cofre de Perote fue publicado esta mañana en el Diario Oficial de la Federación. Se trata del documento que regirá las acciones de conservación y restauración de uno de los entornos naturales emblemáticos de Veracruz y más importantes del país, por su papel como proveedor de agua para 21 municipios, por albergar más de medio centenar de especies de flora y fauna en peligro de extinción, y por ser hogar de once comunidades que apoyan en su restauración y que dependen de sus recursos naturales.
Relegado por las instituciones, el Parque Nacional sufrió un devastador incendio en 1998 que arrasó tres mil hectáreas de bosque. Desde hace ya cinco años, el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, con fondos de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Concesionaria de la Autopista Perote Xalapa (Copexa), ha emprendido un proyecto de educación ambiental y restauración.
Este proyecto va mucho más allá de la reforestación del Cofre de Perote. La publicación de este documento nos permitirá a todos seguir trabajando por restaurar este monumento natural y representa un paso más para corregir una historia de abandonos y negligencia que apenas comenzó a enmendarse hace diez años.
El Parque Nacional se decretó en 1937 para proteger la peña y los bosques del Cofre de Perote, que también se llama Nauhcampatépetl, “montaña de cuatro lados”, en náhuatl. Sin embargo, al terminar el impulso de conservación y producción campesina de la presidencia de Lázaro Cárdenas, el área natural protegida quedó a la deriva. La responsabilidad sobre el Parque pasó por varias instituciones, y de estar en manos de la Federación pasó a ser responsabilidad del estado de Veracruz, hasta que en 2004 volvió a la jurisdicción federal y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas se hizo cargo de su cuidado.
Con la publicación del decreto culmina una década de estudios, negociaciones, consultas y borradores, liderados por Conanp y la Universidad Veracruzana, bajo la coordinación del biólogo Héctor Narave Flores. Se corrigen también varias restricciones que impedían su buen funcionamiento y hacían muy difícil la vida de las comunidades locales, además de poner en riesgo la salud misma del bosque.
Entre las novedades de este programa de manejo está que, efectivamente, incluye medidas de manejo, y no sólo restricciones a la producción. Permite, por ejemplo, que se realicen tareas de saneamiento para evitar la propagación de plagas, o la realización de podas para evitar que incendios que no deberían pasar del suelo terminen alcanzando las copas.
Otro punto importante es que el nuevo programa de manejo del Cofre de Perote permite a las comunidades locales la extracción de leña y contempla ya la agricultura tradicional como una de las actividades permitidas en su interior. Ello permitirá emprender un proceso de desarrollo integral y sustentable con las comunidades que habitan dentro del perímetro del Parque y sumarlas a las tareas de protección y restauración. Esas comunidades, después de todo, son aliados naturales de la conservación de la biodiversidad.
La otra novedad es que incorpora las tareas de restauración, que van mucho más allá de la mera reforestación. Las actividades que el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible ha realizado codo con codo con Conanp y con financiamiento de Copexa cobran así mayor fuerza.